martes, diciembre 23, 2008

"La crisis evidencia el racismo latente"

Irene Molina, experta en inmigración y vivienda

EL PAÍS-País Vasco

La vivienda es una de las mayores preocupaciones de la población. Para un inmigrante, además de una necesidad básica, es la puerta para acceder a otras prestaciones sociales, lograr papeles y reagrupar a su familia. Sin embargo, los extranjeros chocan con infinidad de dificultades añadidas para disponer de un techo. La investigadora Irene Molina participó recientemente en unas jornadas de SOS Racismo sobre vivienda e inmigración, donde comprobó que los problemas que estudia en Suecia empiezan a notarse en Euskadi.

Pregunta. ¿Cómo se forman los guetos?

Respuesta. Los estudios refutan el prejuicio de que los inmigrantes prefieren vivir juntos para evitar el desarraigo. De hecho, su ideal es un barrio de mayoría autóctona, porque lo asocian con mayor bienestar. En Suecia, el acceso a la vivienda está garantizado, pero de una manera tremendamente diferenciada y restringida, porque el reparto de pisos públicos ha favorecido una marcada segregación. Los pisos de alquiler social están separados de las viviendas de propiedad privada y cooperativa. Por ello, los inmigrantes no europeos, especialmente los magrebíes, se concentran en barrios periféricos. Eso implica menor acceso a los recursos de la ciudad y segregación escolar, entre otros problemas.

P. ¿Quién discrimina?

R. Por un lado, de manera implícita, las políticas de vivienda mencionadas. Quienes administran las viviendas usan argumentos economicistas como que la alta presencia de inmigrantes las devalúa. Por otro, aunque el racismo social esté poco estudiado, hemos comprobado que los inmigrantes son más agredidos por sus vecinos en los barrios con poca representación de extranjeros. Esto lleva a hacer la carrera contraria: quien se ha instalado en un barrio autóctono tras superar infinidad de barreras decide volver al de inmigrantes, donde se siente más seguro.

¡Sigue leyendo!

No hay comentarios: